El pasado día 5, finalizamos el segundo curso de monitor/as de tiempo libre... en cierta forma siento un alibio, porque se que van se van llenos de conomientos nuevos y que yo cada vez lleno mi vida de personas nuevas que quieren dedicar su vida a hacer felices a niños/as.
Se ha formado un nuevo grupo de gente con ilusión, dispuesta a darlo todo para demostrar que son buenos monitores/as; (y se que son un grupo, porque a día de hoy, todos los días se envian mensajes por wassap, preguntándose como están, lo que hacen, lo que quieren,... cuentan los unos con los otros para hablar de sus temas, hasta pasadas las 12 de la noche... así que sí, son un grupo en toda regla).
Queda mucho para verano, para que puedan hacer sus prácticas y demostrar que todo lo aprendido durante estos días, ha merecedo la pena, y sobre todo, que son cosas útiles e interesantes que les servirán cuando estén de cara con su grupo de niños/as... es ahí cuando se acordarán de todos los consejos que como un disco rayado le hemos machacado Trini y yo, y es ahí, donde dirán... "Tenían razón"; aunque cada experiencia es diferente, cada vivencia, es distinta, cada momento, es único, y cada niño/a es un mundó, especial, en ciertos momentos... desconcertante, y siempre, inolvidable.
Tienen los conocimientos suficientes e imprescindibles para ser grandes y buenos monitores/as, pero es el día a día y la propia experiencia la que nos hace ser el monitor/a que somos, aunque un buen monitor, lo es hoy, mañana y dentro de 14 años, porque le gusta lo que hace, porque los niños/as dan tanto, que es imposible de olvidar y porque este trabajo, es uno de los más gratificantes que existen, es como un regalo de navidad, lleno de sorpresas en el camino, pero siempre, siempre, estás de de regalos y de personas a las que quieres, y todo eso es lo que intentamos hacer llegar en los cursos que realizamos, creo que lo hemos conseguido, pero no seremos nosotras las que digamos, serán ellos/as los que espero, nos den pronto la razón.
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